Ante la ilusión de proyectar una guardería, se piensa inevitablemente en los pequeños y alegres usuarios que tendrá. Uno desea imaginarlos corriendo, disfrutando del espacio edificado, jugando en el patio… todo eso implica una serie de reflexiones que conlleven a la arquitectura a conectar con los pequeños. Que se sientan en un lugar feliz, alegre, luminoso, y en el que puedan suceder muchas cosas, cuantas más mejor.

Que los días de invierno estén llenos de color, que los soleados se vivan al aire libre, y que los niños perciban el espacio como propio, como un lugar especial al que les apetece ir, en el que les guste estar.

La apariencia de la edificación ha de ser atractiva para los pequeños. Se piensa en una imagen blanda, como de algodón, una nube. Pero una nube con alegría y colorido, atravesada por los matices del arco iris. Las referencias de las vidrieras medievales de las catedrales, atravesadas por la luz del sol, es evidente; pero se busca ese ambiente en un contexto blanco y puro, que reciba los colores y los refleje cual caleidoscopio. Se abstraen dichos elementos, conformando las nubes como ondas o tiras, que, puestas una al lado de la otra conformarán la edificación; los planos de intersección entre ellas se cierran con vidrieras, conformando los espacios interiores.

Los vidrios serían de varios tipos, respondiendo a las necesidades del interior de la edificación, jugando con transparentes, translúcidos y opacos.

La estructura se soluciona con láminas de hormigón blanco plegadas sobre sí mismas, y en el interior con perfiles metálicos, para permitir una ligereza en la estructura que enfatice la continuidad de las láminas.

Con todo esto se busca una edificación con una imagen característica, reconocible tanto por los pequeños que la utilicen diariamente como para el viajero que atraviese A Estrada por la Avenida Benito Vigo, y que sienta una llamada de atención suficiente como para detenerse a echar una ojeada. Y, por supuesto, también reconocible y apropiable por todos los vecinos de A Estrada como una edificación singular en la calle que es su escaparate colectivo.

La edificación se dispone en la parcela aprovechando los condicionantes de la misma. El atrio cubierto de entrada al público se orienta hacia Benito Vigo, llegando al punto más próximo posible a ésta, para facilitar el acceso peatonal a los usuarios provenientes del casco urbano. El acceso de servicio (cocinas) se vuelve hacia la nueva calle lateral.

La edificación se aproxima lo máximo posible a la línea límite de edificación situada al norte, procurando liberar espacio en sur, este y oeste, ya que serán las zonas de mayor soleamiento natural, para dedicarlas a patios de recreo.

Con la misma finalidad de liberar espacio en la parcela se proyecta una planta sótano que albergaría los usos de garaje, almacén, instalaciones… se consigue así que la totalidad de la planta baja se pueda dedicar a los usos docentes y administrativos (además de la cocina).

Las áreas de la cocina se disponen al este, relacionadas con la salida al exterior, y la sala de usos múltiples, utilizable como comedor.

Las cinco aulas se disponen sobresaliendo de la edificación hacia el sur, de tal manera que cuenten con suficiente luz natural y accesos directos a los patios exteriores e interiores.

En el extremo oeste se sitúa el patio cubierto; se complementa con otras áreas cubiertas existentes en los patios intercalados entre aulas.

En la zona noroeste se sitúan las dependencias de uso administrativo y del profesorado: vestuarios, aseos, sala de profesores, administración y dirección.

Se crean dos zonas no solicitadas en el programa: son las salas polivalentes, espacios situados entre dos aulas, que se pueden cerrar con tabiques rodantes de baja altura. Estas salas aumentan las posibilidades del espacio con el que se cuenta, ya que son susceptibles de albergar actividades comunes a una, dos, o varias aulas, sin interferir en otras áreas del edificio, incluso en la sala de usos múltiples; dicha sala también puede aumentar su superficie anexándose una de las salas polivalentes.

Estas salas también tienen acceso directo a los patios. Siendo francos, con el clima húmedo de la zona central de Galicia, son muchos los días de lluvia a los que nos tendremos que enfrentar, y lo que se pretende es crear varios espacios, ambientes diferenciados, para que esos días no transcurran de una forma monótona, sino que los niños puedan pasar de unas áreas a otras, haciendo distintas actividades enmarcadas en zonas diferentes, de tal manera que interactúen entre ellos en marcos variados, y se relacionen con su entorno de distintos modos.

La sala de usos múltiples cuenta también con una pequeña grada, que se ejecutaría en materiales blandos sobre una de las curvaturas de los muros.

Lo que se pretende con este tipo de espacios, en definitiva, es que los niños que usen el edificio se percaten de las distintas morfologías espaciales que puede ofrecer una edificación, huyendo en este caso de paredes de ángulos rectos y buscando otra forma de mostrar la arquitectura a los más pequeños, que normalmente pasarán la mayor parte de su tiempo en espacios convencionales.

Se trata, por encima de todo, de estimular su imaginación, de que el tiempo que pasen en la guardería les transcurra como si estuviesen, realmente, dentro de una nube.

Esta propuesta procura maximizar las posibilidades de la relación entre el interior de la edificación y los espacios abiertos. Se asegura el acceso directo desde cada una de las aulas al exterior, a zonas con pavimentos continuos de goma.

Se establecen distintas áreas exteriores, cada una con su carácter: los patios recogidos entre aulas, los patios cubiertos, arenero en la zona de los más pequeños… todas ellas contarían con divisiones practicables.

Además de los existentes en las aulas, existen tres accesos desde el interior a las distintas áreas exteriores, a efecto de que un grupo de niños pueda cruzar el edificio por dentro y salir en el punto que interese, sin necesidad de cruzarse con otros grupos que pudieran estar ocupando otras áreas exteriores.

Se establecen distintos accesos al edificio en función del tipo de usuario.

Los docentes y trabajadores podrían acceder al edificio bien a pie, o bien hacer uso del garaje previsto en planta sótano. Además, la rampa de acceso al garaje cuenta con un ancho tal que es susceptible de albergar aparcamientos temporales de progenitores que acuden a llevar a sus niños al centro.

Sin embargo, el acceso principal a la edificación será el utilizado por parte de los padres que lleven a sus hijos a la guardería. Se efectuará a través del amplio atrio cubierto, que acomete al vestíbulo atravesando un cortavientos.

Dicho vestíbulo contaría con un espacio de aparcamiento de carritos, y una sala de espera donde los familiares podrían esperar la salida del pequeño o la atención del personal docente (cuya área es anexa a esta).

En la distribución de la edificación, así como de sus zonas de distintos usos, se buscó la funcionalidad máxima por encima de otras cuestiones, sin reñirla nunca con la espacialidad y la estética de la construcción.

Las cocinas se diseñaron para un funcionamiento óptimo, desde que llega la materia prima del exterior, hasta las distintas zonas de la misma, dedicadas a cocción, preparación, almacenaje y limpieza.

En el sótano, fundamentalmente destinado a garaje, se disponen otros usos restringidos del edificio:

Se prevé un amplio espacio de almacén. Se sitúa aquí el cuarto de basuras, lo más lejos posible de las estancias ocupadas por los niños. La lavandería y el cuarto de limpieza también se disponen en sótano, contando con paredes vidriadas que permitan su iluminación natural desde la fachada y el hueco del ascensor (acristalado) y las escaleras.

La sala de instalaciones también se dispone en sótano; se prevé la instalación de un sistema geotérmico que abastezca a la edificación de calefacción y agua caliente, obteniendo la energía así de uno de los modos más económicos y sostenibles existentes hoy día. Además se prevé también un sistema de ventilación con recuperador de calor; parte de esta instalación se situaría en un altillo sobre la zona del ascensor, comunicado con el sótano con un amplio patinillo, y permitiendo ejecutar una zona de maquinaria y toma y expulsión de aire al exterior de tal manera que no interfiere en la estética o acabado exterior de la edificación. A tal efecto, se cuenta con una elevación en el techo a modo de lucernario.

Por último, el área administrativa y docente se organiza de tal manera que se accederá a ella de forma privada (desde el garaje), y de forma pública, desde el vestíbulo de la edificación. Contará con vestuarios y aseos independizados, así como con un área de administración del centro. Desde este punto, situado en una posición central y cerca de la entrada, se puede ver a las personas que se acercan al edificio, la zona de entrada, el vestíbulo, la sala de espera, e incluso la sala de usos múltiples, lo cual supone grandes ventajas: solventar un apoyo a un docente, atención a las visitas…

En esta zona también existe un despacho de dirección, o más bien de atención privada. Se disponen en las zonas más agradables y representativas, al lado de las ondas de remate de las franjas de la edificación, la sala de reuniones del profesorado, y una zona de descanso, no prevista en el programa, pero que se considera que puede redundar en la mejora de la calidad de los docentes: no les sería preciso abandonar el edificio para hacer un descanso puntual o tomar un tentempié, permaneciendo disponibles en caso de urgencia, y mejorando su rendimiento laboral al tener un área propia de esparcimiento y relajación.

La clave del proyecto estriba en que se permiten muchos usos simultáneos en la edificación, sin interferir en otros cuando no se desea. Esto mejora sustancialmente las posibilidades de las actividades a llevar a cabo en la guardería, incluso promoviendo visitas y actividades de otros niños externos al centro, o incluso mayores, buscando una conexión intergeneracional.

Todas las aulas contarían con zonas de higiene y descanso independientes, y con accesos directos al exterior. Todas ellas se resuelven en espacios rematados en paredes curvas, lo que pretende estimular su imaginación y apoyar juegos en planos curvos; contarían con zonas de pavimento blando y antideslizante para prevenir accidentes en sus juegos.

El proyecto fomenta tanto la pertenencia a un aula como la relación con la comunidad mediante las soluciones propuestas: aulas parejas comunicadas con tabiques rodantes, y aulas de distintas edades relacionadas mediante salas polivalentes. Esto pretende permitir tanto una educación segregada por edades, si el momento lo requiere, como juntar a niños en distintas agrupaciones, mezclando aulas o edades, de tal manera que se favorezca el desarrollo de los niños gracias a la interacción social.

La distribución de la edificación permite una organización diferenciada de las zonas de patio. Las salas polivalentes son susceptibles de abrirse totalmente al exterior, aumentando así considerablemente la superficie de patios cubiertos.

Todos los patios se organizan en franjas continuando el dibujo de la edificación en planta, creando zonas independientes e identificables, susceptibles de compartimentarse con cierres de baja altura o abrirlos parcial o totalmente entre sí.

Los patios vinculados a las aulas cuentan con pavimentos de goma, de colores por zonas. Entre estos patios se sitúan franjas de césped y el arenero. Junto a la cocina se sitúa la huerta. En el extremo opuesto está el patio exterior cubierto. Todos ellos conforman áreas abarcables por un solo cuidador, fundamental en una edificación de estas características.

Constructivamente, se plantea una edificación de ejecución sencilla, aunque laboriosa. Sencilla, porque utilizando la tecnología adecuada para el hormigón de la envolvente, y los aislamientos e impermeabilizaciones precisas, hacen que con una misma ejecución para fachada y cubierta se pueda solucionar, prácticamente, el edificio entero. Laboriosa, porque requiere del uso de encofrados curvos, ajustados convenientemente; nada fuera de lo habitual, aunque sí es necesario ser más cuidadoso que ejecutando una estructura tradicional de pilares en retícula.

Los acabados previstos son el propio hormigón visto a exterior e interior (con capas de aislamiento e impermeabilización internas), que se remataría con los barnices y productos adecuados para un acabado durable tanto a interior como a exterior; estamos hablando de aplicaciones muy sencillas, a rodillo o pistola. Esta configuración minimiza el mantenimiento (no existirán nunca cambios de teja ni similares), limitándose a reaplicar los productos adecuados cuando cumplan su ciclo de vida (5 a 10 años según calidades).

Se ejecutaría con un tipo de hormigón especial; las garantías de calidad ofrecidas por el mismo superan a las de fachadas con otros acabados más convencionales, tanto en resistencia, solidez y seguridad, como en calidad, lo que redunda en una durabilidad mayor de la edificación en condiciones óptimas.

Es cierto que la estructura-fachada de la edificación es ligeramente más cara que una convencional, pero se compensa con el ahorro debido a la “ausencia” de acabados, y se recupera con creces con el mantenimiento previsto.

El resto de las fachadas se solucionarían con carpinterías de alta eficiencia energética, utilizando vidrios tratados en función de su orientación e incidencia solar, además del color de los mismos.

Los ejes del desarrollo de este proyecto han sido:

Seguridad: se proyecta una estructura de alta estabilidad, seguridad y durabilidad; las condiciones para una escuela infantil están garantizadas, así como se ha velado por un cumplimiento siempre por encima de las exigencias de la normativa aplicable.

Habitabilidad: las condiciones de habitabilidad y ahorro de energía no sólo se cumplen sino que se superan con creces por las prestaciones previstas para la edificación.

Funcionalidad: es un eje básico del proyecto, el origen de la propuesta, y siempre la base de nuestra arquitectura, procurando mejorar en todo caso los programas propuestos de partida.

Flexibilidad: para albergar el mayor número de posibilidades de uso, se han proyectado unas aulas y espacios intermedios a ellas flexibles, conectados entre sí, con el exterior y con las salas polivalentes interiores; se establecen alternativas de usos exteriores e interiores, permitiendo las aperturas de fachadas, y disponiendo tabiques móviles interiores.

Eficiencia energética: se ha procurado, como caracteriza a este estudio, una envolvente térmica que permita el confort y el ahorro de energía, redundando siempre en un ahorro económico; también, con los sistemas de generación de energía (siempre renovable) propuestos, se garantiza una comodidad en el uso, y un ahorro para el bolsillo y el medio ambiente, gracias a la bomba de calor geotérmica y al intercambiador de calor proyectados. Un estudio pormenorizado de la edificación ayuda a aumentar al máximo la eficiencia de los equipos.

Sostenibilidad: la construcción se ejecutaría fundamentalmente con materiales que pueden provenir del reciclaje y en todo caso ser reciclables en su totalidad; más del 95% de la edificación se ejecutaría con hormigón, aluminio y vidrio; los pavimentos de caucho también procederían de reciclaje y se destinarían al mismo al fin de su vida útil, igual que los materiales comentados anteriormente.

Mantenimiento: la extrema resistencia al desgaste con la que se proyecta la edificación, así como los materiales y sistemas empleados en la misma redundan en un mantenimiento mínimo y, por lo tanto, en un importante ahorro desde corto hasta a largo plazo.

Calidad: la propuesta arquitectónica es clara, contundente y sencilla: hormigón, metal y vidrio. Son materiales altamente durables, reciclables, resistentes y de calidad contrastada.

Y las nubes se posaron en la hierba, tiñéndola con los colores del arco iris.